domingo, 29 de noviembre de 2009

Amor.

Dejen de hablarle y dedicarle, ¿alguien realmente sabe quién es?.

Hoy me revelo.

Quiero caminar por la calle y sentir el viento, generarle más atención.
Quiero frenar, y rozar mis cachetes contra las hojas verdes de un ficus; como también podrían ser mis manos junto con esas plantas que parecen felpudas; ¿o por qué no enterrar mis uñas en aquellos árbolitos en minituara, de hojas consistentes, redondas, rellenas?
Quiero estirarme en la vereda, deslizar mis piernas entre sí, descansar el cuello, elongar los brazos. Descalza, corregir el delineado de las baldozas con mi dedo gordo, hasta el punto donde se encuentre con una linea nueva, que se crucen, y perseguirlos.
Quiero despeinarme en la lluvia con mis propias manos, mojarme el pelo, enrredarlo, revolearlo y salpicar tanto a las paredes como a mi misma.
Quiero simular una carcajada fuerte y con la boca bien abierta. No quiero gritar, prefiero reir, reir brusca y toscamente. En una calle sin nada, en una esquina de pocos taxis, en una madrugada de domingo.
Quiero violentamente ser yo, y disfrutarlo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Lunática

Esa resaca del mal encuentro que me carcome mi biología. O esa resaca de la mala despedida.
Esa poción que esparce sobre mi ropa y mis fosas nasales, que me lleva a mareos innecesarios, a momentos alucinatorios, a memoria confusa o inventada, a deseos idiotas.
Guardé la prenda en el cajón, me vi obligada a tirar todo, ya no podía tener un encuentro desconocido, me había envenenado.
Incoherente, me llené de recuerdos (ahora encajonados). Cerré la puerta a las nuevas miradas, debajo de la cama guardé la femeneidad para disfrazarme de serpiente espectante, de espía, de parca escondida, de psicosis, de gula.
"Esa", es mucha palabra para los recobijos de mis muebles, de mi entorno, de mi orgullo, de mi imagen.

martes, 10 de noviembre de 2009

El vacío es existencia!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Uno de esos días

Vamos a acomodarnos en la incomodidad de este mundo.
Si el juego es cruel, incomprensible y propio...
y si no lo entendemos, no quiere decir que no exista.
Entonces, vamos a acomodarnos en la incomodidad,
a desperezarnos en el éxtasis del sistema nervioso,
y que se estanque la sonrisa en el puente de las fascies.

domingo, 18 de octubre de 2009

Aprender

Me confundía vergüenza con culpa.
Hoy sé que la vergüenza se tiñe de colores ruborizados y alegres.
Gracias.

lunes, 17 de agosto de 2009

Sentidos

Las cosas dejan de ser tan simples. No para ser complicadas, sino para ser más interesantes, más admirables...

viernes, 31 de julio de 2009

Natural

Escucharon el silencio. Escucharon el roce de sus pies contra las piedras en cada paso. A veces escucharon otras pisadas que los acompañaban a cada uno.
Todo era tan fragil, tan virgen, que sentían que podían capturarlo todo: lo alejado, lo colorido, lo imponente, de un sólo manotazo.
Los aires de libertad que envolvían sus brazos cuando se desperezaban simulaban ser las anheladas, habladas y representativas alas.
El viento que recorre la quebrada, el viento transformado en voz. El viento pudo ser escuchado ese día. Y se convirtió en un en un empujón, y se personificó en miedo con un condimento de placer y hasta de risa.
Y en el retorno, a medida que avanzaban sus sentidos percibían algo totalmente distinto que se acercaba.
Y ahora sus sentidos cambiaban.
Y cuando llegaron a la jungla, vieron que lo que alguna vez constituyó la fuerza de la naturaleza, lo había plagiado alguna mente. Se comenzaban a introducir nuevamente en la cárcel de edificios y nuevamente desesperarían con sus garrotes de responsalibilidad.
Pero al fin y al cabo, era su hogar, era ahí donde pertenecían, donde crecieron y donde por algún momento creyeron seguir haciéndolo.
Y sus sentidos cambiaron.
Y para volver a sentir la plenitud, reposaron en la idea de que existe la libertad. De no sentirse libre, sino de serlo. Y en el reparto, el papel fue para la mente.
Y sus sentidos cambiaron, para cambiarlos a sí mismos.
y pudieron estar solos, pero no en soledad.

sábado, 18 de julio de 2009

Típico pensamiento social.

Es lo mejor, yo pienso que en este momento es lo mejor. ¿Yo pienso?

Se rematan en mi cabeza pregunta y afirmación como vectores con diferente sentido, pero igual dirección. Al reafirmar el doble sentido o sentimiento (ya no hablando de un vector sino hablando de mí, yo, persona, con carne, huesos, sentimientos y algunas cosas más) me veo indefectiblemente cayendo en una carecterización poco simpática: estoy confundido.

Confusión, realmente no la entendía, aquel arte barato que nos rodea nunca se ocupó en gastar su tiempo a ver qué carajo era la confusión. Claro no, pobre está confundido, sabemos que es una mezcla simple de cosas que te revolotean sin sentido por algún ínfimo lugar de tu cabeza, ¿y si no se entiende él, cómo voy a entenderlo yo?. Y ahora es que me pregunto: ¿y la ayuda? ¿dónde está la ayuda? A mi no me prepararon para ésto. Nunca pensé que era tan terrible. Estoy muy enojado, muy enojado con el arte en todas sus expresiones, ¡nunca se dramatizó! ¡nuca se dramatizó bien! Entonces, con una simple caracterización donde caigo inevitablemente encasillado tengo que mejorarme? Esto es muy mediocre. La vida frente a la confusión es muy mediocre. Me siento completamente discriminado por el mundo hacia nosotros, los confundidos, sumando con la terrible, terrible falta de refugio. Ésto es exclusión, yo podría definir exclusión en este momento. Pero no confusión y necesito ayuda.

El diccionario dice:

-mezcla de cosas diversas

-desorden, falta de concierto y de claridad

-perpolejidad, desconcierto y desasociego

-error, equivocación



No estás muy lejos de mi realidad de hoy en día, pero sigo enojado, me comparan con ejemplos estúpidos como un terremoto, un exámen o un montón de palabras. Yo no soy eso, yo soy la confusión, creo que merezco más respeto. los hombres me han sacado toda la dignidad, no para disminuirme, solamente porque no puede comprenderme. Nunca se habla de mi cuerpo, de mi forma, de mi estilo. ¡Yo soy la confusión! ¡Merezco poder! ¡Idolatría! Malditas criaturas se acuerdan de mí, sólo cuando me tocan y no pierden tiempo en sentirme.



Es ese mísero pensamiento social y cultural que invade mi cabeza y no deja serme, no deja sentirme, no deja construir mi confusión. Arriba hacia mí, me comprime y caen lágrimas.

Es lo mejor, yo creo que es lo mejor.

lunes, 8 de junio de 2009

El problema profundo

Es el torbellino de la problemática, que nos zamarrea de un lado hacia al otro, que nos envuelve manifestante de acciones, reacciones y consecuencias infinitas. Nos venda los ojos, nos gira, nos marea, nos venda el alma, me torsiona, gira mi consciencia, me siento obnubilada, pierdo el equilibrio, pierdo la nocion de mi cuerpo, pierdo el control, pierdo el sentir pero no pierdo el sentimiento, pierdo los sentidos. De repente todo es aire, de repente todo es solo yo.
Es el problema tan persistente y tan profundo. Es el problema más puro. Es el problema que se lleva en las entrañas y que se siente desde un poco más allá de ellas. Es ese problema sin origen y sin final. Es el problema abstracto y oscuro. Es el problema como un agujero, como una falta. Es el problema ausente pero persistente. Es el problema de uno mismo y es uno mismo el por qué del problema.

sábado, 30 de mayo de 2009

A veces me lastima, porque siento, y siento porque quiero y quiero porque te amo..

miércoles, 13 de mayo de 2009

Las nubes

Me cansé de las palabras fáciles. De las oraciones adornadas con corazones de colores, como aquellas publicidades que desvían nuestro entendimiento y nuestra lógica. Me cansé.
Me cansé de las palabras bonitas. Me cansé de los perdones como aquél confesionario objetivando no infernarse.
Me cansé de la mano en la rodilla, distante y asquerosa. Me cansé del narcicismo primario, aquél que produjo este egoísmo no cuantitativo.
Me cansé de quejarme. Me cansé de cansarme.
Me cansé de los suspiros y la vista nublada. Me cansé de enmarcar el cuadro como el fotógrafo que realza la belleza del momento.
Me cansé de la belleza y del amor, no por sí mismos, sino por lo que traen consigo.
Me cansé de la energía en todas sus expresiones.
Me cansé de la canalización.
Me cansé de escribir.

Dos más dos

Agua, dejate llevar en el agua.
Agua, dispersá cada parte de tu cuerpo.
Agua, escuchá el silencio.
Agua, escuchá al movimiento.
Río, envolveme en tu corriente.
Agua, dejame serlo.
Bebeme y dejame revivirte.
Diluíte en soluciones.
Diluíte, suspendete en mi compostura.
Agua, dejame ser tu agua.

El delfín

Llegué y me bañé, me saqué todas las impurezas del mundo para volver a sumergirme en ellas.

sábado, 11 de abril de 2009

Cronología de los hechos

Estar bien, estar.
Ser, dejar ser, dejar.
Estar feliz o ser feliz?
Quién midió?
Quién lo midió?
Quién idealizó?
Quién impuso imaginaciones?
Sabiendo que el hombre es ambicioso...
Yo?
Así como el lenguaje nos quita el instinto
envolviendo al cuerpo...
el cuerpo?

Cosmovisiones de un mismo plano que limitan la diferencia.
Pero la diferencia que nunca puede ser diferente,
la diferencia que depende del algo para serlo.
La diferencia ambigua, incompleta.
Como mi cuerpo, como todos.
Y ese agujero de la diferencia,
de la cosmovisión de los cuerpos,
de la imaginación, de la ambición
y de la libertades, es la que nos diferencia.

Como el hueco en mi garganta.
Me estira la lengua.
Me ahoga.
Un hueco me ahoga?
Me estira la lengua.
Me arruga el pecho.
Me enfrenta el seño.
Y sube.
No se sabe cómo ni por qué,
pero sube.
Necesita salir.
Un hueco necesita salir?

Yo necesito salir...

Me entristece el alma.
Salir de vos,
salir de mi con vos.
Y hay un hueco,
el hueco entre nosotros,
un hueco que lamentablemente
no se puede llenar.

miércoles, 1 de abril de 2009

Vida: acción + pensamiento consecuente

Aceptamos. Acentuar la afirmación que no somos sin esa ley universal, principal, sin esos pilares agrietados irrompibles, a veces emparchados, a veces perfectos.
Aceptar que no somos para la especie, que somos para uno y para un otro. Que no somos sin respecto a un Otro principal, aquél que impuso la afirmación a la elección primera de la preservación de la vida.
Como tampoco somos sin los otros que nos producen la afirmación de la elección inconsciente y diaria o no, y que construyen nuestra historia, nuestro ser.
No soy una palabra, no soy definible, quedo por fuera de lo que digo. Y justamente ésta parte innombrable es realmente lo que soy. Soy una cadena constante de palabras entrelazadas quizás sin sentido alguno.
Mi existencia es por los otros, la de ustedes también.
No somos para el otro sino que somos por ellos.
Aceptar llegar a la realidad detrás de la realidad, la envuelta, la verdad.
Aceptar, llegar y sentir.
Aceptar tener que volver sin querer a ésta. Que no es la mentira.
Mi perpetuidad seguirá en los otros, aquellos que me construyen y me destruyen, pero sin dejar de formarme o de de-formarme. De darme forma, moldearme, para seguir encurvandome entre los pilares eternos del mundo.
Los artesanos de mi historia.

jueves, 26 de marzo de 2009

Un día en la casa de mi novio

Suena Sleep Trough the Stage mientras espero mi té con leche. Es un día 26 del mes de febrero, el solcito entra por la ventana, calienta el piso y aunque estoy en la sombra del departamento, lo puedo sentir a través de los jeans que tengo puestos que no son míos. El potus sonríe, lo veo feliz. Seguro no le diste agua, en un rato te preguntaré y me levantaré a darle de tomar al compás de una queja por ser demasiada. No se ahoga, él no se ahoga, se baña y se saca la sed.
El piso lleeeeeeno de esos papeles de la parte de atrás de los stickers con los que trabajás, los juntás mientras el agua sin darte cuenta empieza a hervir. Las canciones pasan. No frenes, no me frenes a mí tampoco para darme un beso, para hacerme un chiste, para decirme que estoy loca. No estoy loca, no. Estoy tranquila.
Me acaricio con el lápiz, and no need to go outside. Las cosas pasan más rápido que las letras.
El sol casi me alcanza y es un día hermoso afuera.
Dos besos en la mejilla, tres en la boca y uno en el límite entre ambos. No quieras espiar, es mentira que sabés leer al revés. Otro beso y se hierve el agua. Suena la tapa, te avisa, interrumpe.

-¿Me ayudás? ¿Lo hacemos juntos? Es que no sé cuánto le ponés de leche.

Lo hacemos juntos y vuelvo a la hoja. No te pongas nervioso, no es nada malo, sino lo que pasa, el momento, y es tranquilo, y es pasivo, y es silencioso, y se vive.... bien.

Y así me enamorás...

martes, 17 de febrero de 2009

¿Qué serán
estos números?-----------¬
A veces juego.
Todo el tiempo no.
A veces juego

domingo, 15 de febrero de 2009

Muerte de una mariposa

Ojos hermosos, claros, transparentes, energéticos, celestes, hermosos. Nariz respingada, en punta. Labios carnosos, grandes. Rasgos exóticos pero típicamente divinos. Piel bronceada, curtida; sus desdobles delataban años vividos, experiencia, sabiduría quizás. Pelo rubio, blanco, despeinado, gastado, sucio. Uñas largas y embarradas cazaban panes de una bolsa, una de sus ellas. Tenía tres, una repleta de panes y panes que quién sabe dónde habrían salido. Sus manos los atrapaban y rápidamente los intriducían en su boca, aquella de labios carnosos, que devoraba y tragaba casi sin saliva, pero tragaba. Pollera gris con vuelo, enagua. Camisa blanca con rayas celestes y rosas, simulando ser de hombre. Dos remeras "batic" superpuestas que asomaban detrás de las mangas arremangadas. Medias gruesas, abrigadas. ¿Qué tendría en las otras bolsas?
Mucho calor, hacía mucho calor. Sus piernas estaban hinchadas. Sus venas estaban hinchadas. Sus piernas estaban rojas. su pierna derecha, la que alcancé a ver, tenía un agujero, una especia de agujero, horrible, carcomido, lleno de sangre. Sus piernas tenían espacios en blanco, raspados. Sus piernas tenían relieves, varices. Zapatillas, medias, muchas colitas, muchas, muchas, viejas, hebillas, hebillas, muchas hebillas, muchas, demasiadas. ¿Demasiadas?
Tenía ganas de decirle que vaya al médico, tenía ganas de espiar la bolsa y descubrir medicamentos. Pero no lo hice. Le deseé un buen viaje. Pero no se enteró, aunque le ofrecí mi amabilidad.
Una mujer hermosa, llena de colitas y hebillas. Cualquier niña envidiaría aquellas pertenencias.

Remera roja, pantalón deportivo, gris, con franjas blancas, zapatillas preparadas para correr. Una esquina de barrrio acaparada por un negocio promocionado por una multinacional. En los vidrios sonreían todo tipo de juguetes que saludaban silenciosamente el nene, el que lo acompañaba.
Dedo pulgar e índice derechos extendidos, el resto de ellos en puño. Mano izquierda sosteniendo la muñeca de la derecha. Las manos inexpertas copiaban a las que sí tenían.
Pum pum pum, más fuerte! pum pum pum!. Tenía ganas de decirle que no lo haga. Tenía ganas de mostrarles algo, de distraerlos. Pero no lo hice. Y nunca se enteraron.
Seguí caminando, estaba cansada del trabajo, me esperaba mi familia en la cena y debía llegar temprano, a pesar de no tener mucha hambre.

Realidades paralelas.

viernes, 16 de enero de 2009

Semipiso

Se cayeron las idolatrías primeras. Se cambiaron las facetas que quizás nunca estubieron. Se conocieoron la piel, se acariciaron muchas veces, se besaron hasta consumirse; y sin embargo, tuvieron ganas de abrazarse nuevamente, hasta quitarse la respiración ( tal vez comparable a la de aquel momento en el que se enamoraron).

Y las barras en el círculo siguieron girando, al igual que sus vidas, sus entornos, sus pensamientos, sus ser.

El conscientizar que eran personas diferentes, se separaron, elastizaron, elongaron juntos, estiraron los brazos, se relajaron.

Las causas externas los movilizaron a converger. Pero son diferentes, y cayó la idolatría. Y como toda masa, se disuelve. Aunque dentro de las relaciones de ella también puede existir amor, un encanto inoportuno.