sábado, 11 de abril de 2009

Cronología de los hechos

Estar bien, estar.
Ser, dejar ser, dejar.
Estar feliz o ser feliz?
Quién midió?
Quién lo midió?
Quién idealizó?
Quién impuso imaginaciones?
Sabiendo que el hombre es ambicioso...
Yo?
Así como el lenguaje nos quita el instinto
envolviendo al cuerpo...
el cuerpo?

Cosmovisiones de un mismo plano que limitan la diferencia.
Pero la diferencia que nunca puede ser diferente,
la diferencia que depende del algo para serlo.
La diferencia ambigua, incompleta.
Como mi cuerpo, como todos.
Y ese agujero de la diferencia,
de la cosmovisión de los cuerpos,
de la imaginación, de la ambición
y de la libertades, es la que nos diferencia.

Como el hueco en mi garganta.
Me estira la lengua.
Me ahoga.
Un hueco me ahoga?
Me estira la lengua.
Me arruga el pecho.
Me enfrenta el seño.
Y sube.
No se sabe cómo ni por qué,
pero sube.
Necesita salir.
Un hueco necesita salir?

Yo necesito salir...

Me entristece el alma.
Salir de vos,
salir de mi con vos.
Y hay un hueco,
el hueco entre nosotros,
un hueco que lamentablemente
no se puede llenar.

miércoles, 1 de abril de 2009

Vida: acción + pensamiento consecuente

Aceptamos. Acentuar la afirmación que no somos sin esa ley universal, principal, sin esos pilares agrietados irrompibles, a veces emparchados, a veces perfectos.
Aceptar que no somos para la especie, que somos para uno y para un otro. Que no somos sin respecto a un Otro principal, aquél que impuso la afirmación a la elección primera de la preservación de la vida.
Como tampoco somos sin los otros que nos producen la afirmación de la elección inconsciente y diaria o no, y que construyen nuestra historia, nuestro ser.
No soy una palabra, no soy definible, quedo por fuera de lo que digo. Y justamente ésta parte innombrable es realmente lo que soy. Soy una cadena constante de palabras entrelazadas quizás sin sentido alguno.
Mi existencia es por los otros, la de ustedes también.
No somos para el otro sino que somos por ellos.
Aceptar llegar a la realidad detrás de la realidad, la envuelta, la verdad.
Aceptar, llegar y sentir.
Aceptar tener que volver sin querer a ésta. Que no es la mentira.
Mi perpetuidad seguirá en los otros, aquellos que me construyen y me destruyen, pero sin dejar de formarme o de de-formarme. De darme forma, moldearme, para seguir encurvandome entre los pilares eternos del mundo.
Los artesanos de mi historia.