sábado, 26 de febrero de 2011

adios

Es la bruma abrumadora que me lleva por los andenes de tu presencia, oscuros, entre la selva infinita de la noche. Luna llena quierote cerca, preciso de tu energía.
Es el amor y es el alma que me lleva sonámbula hasta tu físico, el que un día fue y nunca volvió. Infinidad, volvé hacia mí o dejame eternamente. Dejame sola, sola, libre y feliz entre las costumbres de mis encuentros naturales. Entre las costumbres de mi ser, puro e ilógicamente infinito. Porque yo soy para vos pero no hoy. Mañana seré otra, no sé si nos enocntraremos pero arriesgo a la aventura de vivir y estar viva a esperarte entre la niebla. Niebla que deja ver luz. Luz que se apagó entre la visión de la inexperiencia. Luz que nos espera a ambos prontamente.