Es el amor y es el alma que me lleva sonámbula hasta tu físico, el que un día fue y nunca volvió. Infinidad, volvé hacia mí o dejame eternamente. Dejame sola, sola, libre y feliz entre las costumbres de mis encuentros naturales. Entre las costumbres de mi ser, puro e ilógicamente infinito. Porque yo soy para vos pero no hoy. Mañana seré otra, no sé si nos enocntraremos pero arriesgo a la aventura de vivir y estar viva a esperarte entre la niebla. Niebla que deja ver luz. Luz que se apagó entre la visión de la inexperiencia. Luz que nos espera a ambos prontamente.
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